GSMA

Previous slide
Next slide

¡Bienvenidos al mes de la fraternidad!

La familia es fuente de fraternidad, fundamento y camino primordial para la paz, pues por vocación debería contagiar al mundo con su amor”.  

                                                                                     Papa Francisco

 

El Gimnasio Santa María del Alcázar en su propósito de favorecer la formación integral y fortalecer los valores institucionales, organiza cada año el mes de la fraternidad, para sensibilizar a todos los miembros de la comunidad educativa frente a la necesidad del otro, la empatía, ayuda mutua y solidaridad.

Es esta la principal razón por la que el Gimnasio institucionalizó septiembre como el MES DE LA FRATERNIDAD, que tiene un propósito adicional, trabajar la fraternidad y la solidaridad en el marco del proyecto S.e.n.t.i.r  entendiendo la fraternidad como el camino para reconocer, aceptar y valorar al otro. Entendiendo que la vida fraterna requiere reconocer, aceptar y valorar a los demás, de manera que los podamos sentir como personas con derechos humanos y una dignidad que cuidar, trabajemos todos por:

– Reconocer que a pesar de las contradicciones sociales y los conflictos entre grupos de interés o de opinión, seguimos trabajando por una misma causa y por un objetivo común que todos queremos: ser felices.

– Buscar el aprendizaje y la vivencia colectiva de valores como la paz, la legalidad, la autodeterminación, la cooperación y la tolerancia

– Estar en capacidad de reconocer derechos y obligaciones recíprocos. Saber qué derechos tenemos, hacerlos valer, pero también cumplir con nuestros deberes.

– Asumir los valores de la pluralidad y la diversidad, en la igualdad. Nadie puede ponerse por encima de los demás, por ninguna causa o razón.

Por todo lo anterior. el valor de la fraternidad se hace más meritorio cuando servimos, amamos y sentimos como parte de nuestras vidas aquellas personas que no son de nuestro círculo social, que no pertenecen a nuestra familia, y más aún, de las que no necesitamos nada. Solo nos sentimos bien cuando nos damos a quienes lo necesitan: dar de nuestras vidas, atención, amor, escucha y respeto.

Incorporemos la fraternidad en nuestra vida diaria a través de prácticas como, hacer el bien a los demás, dar un trato respetuoso a todos, vivir la solidaridad y el servicio de manera desinteresada.

Constanza García
Rectora