El 28 de mayo es una fecha especial que nos invita a reflexionar sobre el juego en todas las etapas de la vida. Este día, celebrado como el “Día Internacional del Juego”, nos recuerda que este, no es solo una actividad recreativa, sino un derecho fundamental para todas las personas, sin importar su edad.
El juego, tanto en la infancia como en la edad adulta, es esencial para el bienestar físico, mental y emocional. Es una forma de expresión, exploración y aprendizaje que enriquece nuestras vidas de innumerables maneras. En la infancia, el juego es reconocido como un derecho por la Convención sobre los Derechos de los niños y niñas en las Naciones Unidas. Se considera fundamental para el desarrollo
integral de los infantes, ya que les permite explorar el mundo, desarrollar habilidades sociales y emocionales, y aprender de manera activa y significativa.
Sin embargo, el juego no termina en la infancia. A lo largo de la vida, el juego sigue siendo importante para el bienestar y la felicidad. En la edad adulta, el juego puede tomar muchas formas: desde actividades recreativas y deportivas, hasta pasatiempos creativos y juegos de mesa. A su vez, permite que las personas se mantengan mentalmente activas, puede llegar a reducir el estrés, fortalecer relaciones sociales y mantener una conexión con la creatividad interior.
Es esencial reconocer que el juego no tiene edad. Independientemente de cuántos años se tenga, todos necesitamos tiempo para jugar, explorar y disfrutar de la vida. Debido a esto, como miembros de la comunidad alcazarista, tenemos la responsabilidad de promover y proteger este derecho para todos los niños, niñas, adolescentes y adultos, ya que al fomentar un ambiente que valore y celebre el
juego en todas sus formas, estamos construyendo un futuro más brillante y equitativo en el presente y en las generaciones venideras.
Conny Muete.
Docente.